El Sistema de Alertas Tempranas (SAT) de Corpoguajira informa que, según los modelos meteorológicos internacionales, los pronósticos para la temporada ciclónica del 2025, que se desarrollará entre el 1 de junio y el 30 de noviembre, será más activa de lo habitual, aunque menos intensa que la del año anterior, 2024.
La meteoróloga del SAT, Leidy Rodríguez, señala que los datos proporcionados por los principales centros meteorológicos estiman que la próxima temporada podría registrar entre 17 y 19 tormentas con nombre, de las cuales se prevé que alrededor de 9 evolucionen a huracanes, incluyendo 4 huracanes mayores (categoría 3, 4 o 5 en la escala Saffir-Simpson).
Indica que esto contrasta con los promedios históricos registrados entre 1991 y 2020, donde se contabilizaba un promedio de 14 a 16 tormentas, 7 huracanes y 3 huracanes mayores.
“La razón detrás de este incremento en la actividad ciclónica se debe a varios factores ambientales. En primer lugar, se ha observado que las temperaturas del océano Atlántico tropical se encuentran más cálidas de lo normal, lo que favorece la formación y desarrollo de ciclones tropicales. Además, la transición de El Niño hacia condiciones neutras está reduciendo los vientos en altura, permitiendo un entorno más propicio para la creación de huracanes. Por último, las condiciones atmosféricas son más húmedas e inestables, aumentando la probabilidad de sistemas ciclónicos”, explicó Leidy.
Ante esta situación, Corpoguajira hace un llamado a la población para que se prepare adecuadamente. Se recomienda revisar los planes familiares de emergencia y familiarizarse con las rutas de evacuación.
Asimismo, es crucial contar con un kit de emergencia que incluya agua, alimentos no perecederos, una radio, linterna y medicamentos. Es recomendable reforzar techos, ventanas y otras estructuras vulnerables en el hogar y mantenerse informado a través de fuentes oficiales como el SAT de Corpoguajira, IDEAM, el Centro Nacional de Huracanes (NHC), la NOAA y autoridades locales.
Es importante recordar que incluso si un ciclón no toca tierra, puede causar efectos significativos, como lluvias intensas, vientos fuertes e inundaciones, a cientos de kilómetros de su centro.
“La preparación anticipada y la cultura de prevención representan las herramientas más efectivas para mitigar el impacto de fenómenos naturales que puedan presentarse durante esta temporada ciclónica”, enfatizó la meteoróloga.