Por convocatoria de la Comisión Cuarta del Senado de la República, bajo el liderazgo del senador Richard Fuelantala, se realizó la semana anterior Audiencia Pública en el municipio de Ubaté – Cundinamarca, con todos los integrantes de la cadena de valor con el ánimo de encontrar soluciones a la tan difícil situación que atraviesa nuestro sector lechero. De diferentes lugares del país se hicieron presentes hombres y mujeres para exponer las condiciones en las cuales deben producir y proponer alternativas para salir de la problemática de manera estructural. Por supuesto FEDEGAN estuvo allí y centró su intervención en el planteamiento de los siguientes ejes de trabajo: Lo primero, solicitar de nuevo una medida de salvaguardia que proteja la producción de leche colombiana. Si bien el Ministerio de Comercio recién empieza una investigación por el destino de subvenciones al sector lechero de EEUU, planteando un escenario en donde se compense al colombiano por este tipo de competencia desleal; podría ser más efectiva la solicitud de una salvaguardia bilateral tal cual como la presentó FEDEGAN en 2021 pues ya generó diferentes antecedentes ¿cuáles? El informe final de dicha solicitud de salvaguardia elaborado por el Ministerio de Comercio en 2021 indicó la existencia de “Daño grave en los siguientes indicadores económicos: Volumen de producción respecto al Consumo Nacional Aparente, ventas nacionales (acopio formal) respecto al volumen de producción, importaciones investigadas respecto al volumen de producción, productividad, volumen ventas (acopio formal) respecto al Consumo Nacional Aparente e importaciones investigadas respecto al Consumo Nacional Aparente”; aun así, a pesar de la evidencia, el Comité de Asuntos Aduaneros y Arancelarios, más conocido como Comité Triple A, – AAA – optó por no acoger las recomendaciones de MinComercio, respecto a la salvaguardia invocada por FEDEGAN, de acuerdo al acta del 6 de diciembre de 2021 que reposa en el siguiente enlace: https://www.mincit.gov.co/getattachment/mincomercioexterior/defensa-comercial/comite-de-asuntos-aduaneros-arancelarios-y-de-come/actas/2021/acta-sesion-351-6-de-diciembre-de-2021/acta-sesion-351-6-de-diciembre-de-2021.pdf.aspx cada quien podrá leer y concluir, pero efectivamente se pensaba más en evitar “retaliaciones” a sectores de exportación a EEUU que en proteger al sector lechero. Si en 2021, cuando los precios de la leche al productor eran estables, se encontraron daños graves en el sector, imagine lo que encontrarían hoy. Por eso es importante sopesar qué es más conveniente, la salvaguardia por subvenciones o la salvaguardia bilateral. Pero adicional al tema del uso de la salvaguardia, que podría restringir las importaciones por un tiempo, también es necesario y urgente el control ilegal de mezclas con lactosueros que hacen pasar como leche algo que no es leche en un franco engaño al consumidor. El Invima ha venido desarrollando muestreos para encontrar este tipo de productos fraudulentos, pero es necesaria que tenga apoyo en la acción operativa tanto de las Secretarías de salud como de las desarrollo económico, a nivel departamental y sobre todo municipal, para mantener a raya esta comercialización ilegal. Muy importante en este acompañamiento la Superintendencia de Industria y Comercio – SIC. Un tercer punto de relevancia es que se llame a los comercializadores a una mesa técnica para que también sean parte de la solución: supermercados, grandes superficies, tiendas de bajo costo, etc., pues mientras que el ganadero ha registrado en el último año bajas del 14% en el precio que le pagan por un litro de leche, en el mismo periodo el precio al consumidor de la leche líquida ha subido 3,3%, el precio de los quesos se ha incrementado 2,7% y el de los demás derivados lácteos 6,6%. No puede ser que mientras el eslabón primario sufre todas las consecuencias, los eslabones de la punta del consumidor se frotan las manos. Muestra de ellos es que nulo interés tuvieron en asistir a la Audiencia Pública en Ubaté. Son los grandes ausentes que no están pensando en su responsabilidad en la caída del consumo. Un cuarto elemento, pero que requiere una articulación como política agroindustrial de Estado a través de APP (Alianzas Público-Privadas); es el diseño, construcción y puesta en marcha de plantas pulverizadoras, en diferentes regiones del país y con los estudios de mercado que correspondan para hacerlas sostenibles en el tiempo. Esto pensando en que nuestra estacionalidad será cada vez más irregular por cuenta del cambio climático. Y el quinto elemento, de nuevo frente al consumo, es lo que estructuralmente hemos propuesto desde FEDEGAN frente a las compras públicas, con el ánimo de mejorar la nutrición en determinadas poblaciones, especialmente de niños en sus PAE, con el ánimo de contribuir a las “políticas de cero hambre” que se han trazado en el Gobierno. Sin embargo, habrá que ir a otras poblaciones para tener más eficiencia: FFAA, ollas comunitarias, población carcelaria. Muchas más alternativas se plantearon en Ubaté, las anteriores son las nuestras. Ahora lo importante es que se gerencien estos temas para no quedar en el discurso, sino hacerlas realidad.