Un ejemplo destacado es el resguardo indígena Wayuu Perratpu, conformado por las comunidades de Tocoromana, Chentico y Loma Fresca, que desde 2024 han apostado por las artesanías como fuente principal de ingresos. Con el diseño y confección de mochilas, llaveros, chinchorros y otros artículos, hoy avanzan en su segunda fase de comercialización, reinvirtiendo las ganancias en nuevos insumos y ampliando su portafolio gracias al acompañamiento técnico y financiero de Bienestar Familiar.
Daniel Cortez, Coordinador Técnico del Resguardo Perratpu, explicó que este proceso ha sido posible gracias a la corresponsabilidad asumida por las comunidades y al trabajo conjunto con el instituto. «Valoramos esta alianza porque es un gran impulso a la labor que estamos realizando, pero también un reconocimiento en el marco de la atención que brindamos».
Estas acciones hacen parte del cumplimiento del Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno del Cambio que promueve el desarrollo económico, social y comunitario de los pueblos indígenas. En total, más de 3.000 comunidades wayuu se benefician de este enfoque territorial, participativo y culturalmente pertinente, consolidando caminos hacia la autosostenibilidad y el bienestar colectivo.