Ante el aumento de casos de hepatitis A en algunas entidades territoriales, es importante recordar la necesidad de implementar medidas de control, diagnóstico y aislamiento oportuno.
La hepatitis A es una infección aguda del hígado, usualmente de corta duración, provocada por el virus de la hepatitis A (VHA). Se reconocen siete (7) genotipos, de los cuales cuatro pueden infectar a los humanos y un único serotipo que causa y genera la enfermedad. La transmisión ocurre principalmente a través de la ingestión de alimentos o agua contaminados, así como por contacto directo persona a persona, especialmente en entornos de convivencia cercana como hogares o en contextos específicos como guarderías y entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH).
Los síntomas pueden variar desde leves y autolimitados, que suelen durar de una a dos semanas, hasta formas más graves y prolongadas durante varios meses. El daño hepático fulminante, que puede desarrollarse en las primeras ocho semanas desde el inicio de los síntomas y tiene una tasa de mortalidad promedio del 0,5 %, es poco común y tiende a afectar a personas de edad avanzada o con alguna enfermedad hepática preexistente.
El VHA ocasiona infección aguda en los humanos, la cual tiende a resolverse por sí sola y carece de un tratamiento específico. Este trastorno ha sido observado desde el siglo XVII, aunque su naturaleza viral fue propuesta en la década de 1940 y confirmada en 1944, cuando se evidenció que la enfermedad puede transmitirse mediante la ingestión de un infiltrado fecal libre de bacterias.
Para efectos prácticos, el mundo se puede dividir en zonas con endemicidad muy baja, baja, intermedia y alta, aunque la endemicidad puede variar de una región a otra dentro de un país. En las naciones del norte de Europa, la incidencia de la hepatitis A es notablemente baja, siendo los casos más frecuentes en grupos específicos de riesgo, como los viajeros que regresan de áreas donde la enfermedad es endémica y las personas que consumen drogas por vía intravenosa. En regiones con una baja prevalencia de hepatitis A, como Europa Occidental, América del Norte y Australia, los casos suelen presentarse de manera aislada en grupos de alto riesgo o en brotes que afectan a un número reducido de personas.
En países con una prevalencia intermedia, como Europa Oriental, la mayoría de los casos ocurren al final de la infancia o al inicio de la adultez, representando un importante desafío tanto médico como económico. Por otro lado, en áreas de alta prevalencia, como algunas partes de África, Asia, América Central y Sudamérica, la mayoría de la población contrae la infección de manera asintomática durante la infancia, siendo poco comunes los casos clínicos de hepatitis A.
Se estima que a nivel mundial hay alrededor de 1,5 millones de casos de hepatitis A aguda cada año, lo que equivale a aproximadamente 150 por cada 1 00 000 personas, dependiendo de la prevalencia local de la enfermedad.
La mayoría de estos casos ocurren en áreas con condiciones de higiene deficientes y una infraestructura sanitaria inadecuada. La prevalencia y la incidencia de la infección por el VHA están estrechamente relacionadas con las condiciones socioeconómicas. La infección es más común en la infancia, y en muchos países en desarrollo, más del 90 % de los niños se infectan con el VHA.
La prevalencia de anticuerpos contra la hepatitis A (anti-VHA) muestra una correlación inversa con el nivel socioeconómico y el nivel de higiene en una región determinada. En áreas endémicas, la prevalencia de estos anticuerpos es casi universal para los cinco años, mientras que, en países industrializados, la prevalencia global es inferior al 5 %.
En Colombia, durante la semana epidemiológica 18 de 2024, al Sistema de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila), se reportó un total de 1 335 casos, de los cuales 1 332 tuvieron origen en el país. La incidencia registrada fue de 21,48 casos por cada 1 00 000 habitantes. Al comparar los datos de 2013 a 2024, en la semana epidemiológica 18, se observó una disminución estadísticamente significativa de 5,36 puntos porcentuales. El año con mayor número de casos fue 2013, con 2 126 casos e incidencia de 4,68 por cada 100 000 habitantes. La introducción de la vacuna contra el VHA ha contribuido a esta reducción en la incidencia de casos.
En 2019, considerado un año epidémico en el país, se observó un aumento inusual de casos en algunas entidades territoriales como Antioquia, Barranquilla, Bogotá D.C., Casanare, Norte de Santander, Valle del Cauca, Putumayo, Risaralda y Cali. En 2023 y lo corrido de 2024 se observó una tendencia de aumento en el comportamiento del evento, en el que se han visto afectado varios de los departamentos que tuvieron aumento considerable en 2019. Las vigencias 2020 y 2021 no fueron tenidas en cuenta para el análisis dada la atipicidad presentada en el país.
En relación con el comportamiento de la incidencia por grupos de edad en la serie temporal de 2013 a 2024, hasta la semana epidemiológica 18, se destaca que el grupo de 15 a 49 años muestra la mayor incidencia. En 2024, la incidencia alcanzó 4,14 casos por cada 100 000 habitantes de ese rango de edad, lo que representa un incremento respecto a los años anteriores, con 3,45 casos en 2013 y un aumento a 3,91 en 2019.
El grupo de menores de 01 a 13 años, que es objeto de especial atención debido a la cohorte de vacunación, mostró la segunda mayor incidencia a lo largo de la serie temporal. En 2013, se registró un pico de 11,01 casos por cada 100 000 menores de 1 a 13 años, seguido de una notable disminución en 2014 a 5,12 casos, manteniéndose relativamente estable hasta 2024, cuando la incidencia descendió significativamente a 0,57 casos por 100 000 habitantes de 01 a 13 años. En cuanto a los menores de un año, la incidencia ha sido fluctuante en 2017, 2021 y 2023, donde no se reportaron casos. Sin embargo, en 2024, se registraron 3,74 casos por cada 100 000 menores de un año. Por último, el grupo de mayores de 50 años presentó la incidencia más baja en 2024, con tan solo 0,22 casos por cada 100 000 habitantes de ese grupo de edad
En lo que respecta a los brotes de hepatitis A hasta la semana epidemiológica 18 de 2024, la entidad territorial más afectada ha sido Antioquia, donde se han identificado conglomerados de tipo familiar, hogar geriátrico y en poblaciones privadas de la libertad (PPL). Estos brotes se han manifestado tanto en el distrito de Medellín como en el municipio de San Roque. Además, se ha observado un aumento inusual de casos en los municipios como Bello, La Estrella, La Ceja, Santa Bárbara e Itagüí.
En Cauca los conglomerados son de tipo familiar afectando específicamente el municipio de Popayán. Es importante destacar que, en Guaviare no se esperaban casos de hepatitis A; sin embargo, en 2024, hasta la semana epidemiológica 18, se han reportado dos (2) casos. Uno (1) de estos casos pertenece a la población especial indígena, marcando así el primer brote históricamente presentado en el departamento.
Conclusiones
- En lo corrido de 2024, se presenta un incremento en la incidencia nacional de hepatitis A, relacionado con los brotes que se iniciaron a partir de la semana 51 de 2023 en Antioquia y para la semana epidemiológica 04 de 2024 en Cauca.
- Entre la semana epidemiologia 15 y 18 de 2024, Antioquia notificó 159 casos. Se resalta que Medellín mantiene el brote abierto, presentando una variación negativa de 36,8 % respecto a las semanas epidemiológicas 11 a 14, con un total de 110 casos entre las semanas epidemiológicas 15 y 18.
- Dentro del análisis por variables en el brote de Medellín, las comunas con mayor concentración de casos son: Belén, Robledo, Manrique y Aranjuez. También se identificó por profesiones que el grupo de estudiantes y docentes es el que aporta un gran número de casos seguido del grupo de manipuladores de alimentos.
- El grupo de edad de 20 a 39 años presentó la mayor incidencia de casos de hepatitis A, en este se encuentran las etapas económicamente activas.
- La mayor notificación del evento históricamente se presenta en las entidades territoriales de Antioquia, Bogotá D.C., Valle de Cauca, Cali y Norte de Santander. Recomendaciones
Recomendaciones
- Fortalecer el proceso entre las Unidades Generadoras del Dato (UPGD) y la entidad territorial para implementar oportunamente las acciones de control en los casos que se configuren como brotes.
- Realizar articulación con Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), dado que la estrategia de vacunación impacta favorablemente en el control de brotes.
- Monitorear rutinariamente los comportamientos inusuales por municipios para identificación temprana de situaciones de riesgo.