En un evento que fusionó la cultura wayuu con la defensa del medio ambiente, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) llevó a cabo una actividad que reunió a niñas, niños y adolescentes en la Institución Educativa Isabelita Tejada #3 del municipio de Maicao en La Guajira, quienes se comprometieron a proteger la biodiversidad.
Durante la actividad, realizada en el marco de la estrategia Bienestar Familiar rumbo a la COP16, los participantes pintaron la Flor de Inírida, símbolo oficial de la Conferencia de las Partes, que representa la conexión entre la infancia, adolescencia y su entorno, y cada uno plasmó en ella lo que más ama de la naturaleza. A través de esta expresión artística, reflexionaron sobre la importancia de preservar el medio ambiente.
Las niñas wayuu también se sumaron con la elaboración de figuras de barro, enfatizando la relevancia del agua y la tierra en su cultura y en la creación de la Wayuunkerra (muñeca tradicional wayuu). “El barro es parte de nuestra identidad, cuidar el agua y la tierra es esencial para seguir creando”, señaló una de las participantes de la jornada. Este enfoque no solo resalta la importancia de los recursos naturales, sino también el vínculo intrínseco que los pueblos indígenas tienen con la tierra.
Seguidamente, la actividad “Historia Sin Fin” permitió a las niñas y niños inspirarse en la naturaleza, identificando elementos de su contexto y plasmándolos en dibujos. Este ejercicio creativo fomentó la conexión entre ellos y su entorno natural, alentándolos a ver el mundo que les rodea como un lugar que deben cuidar y proteger.
El evento celebró la creatividad, la cultura wayuu y cultivó un sentido de responsabilidad y compromiso hacia la naturaleza. A medida que se acerca la COP 16, Bienestar Familiar continúa trabajando para empoderar a la infancia y la adolescencia, asegurando que su voz sea escuchada en la búsqueda de un futuro sostenible.